Jopetas que no pensaba escribir hoy, pero resulta que hoy hace un año de la operación de mi padre, estábamos todos acojonados (aunque la palabra se queda corta) porque durante la operación las posibilidades de infarto cerebral aumentaban, el año anterior fue duro en el aspecto que estuvimos 13 meses esperando una operación que no tenía espera, pero la maldita crisis de los cojones nos tuvo en un sin vivir hasta que por fin llegó el deseado/temido día, no pasó nada en ese tiempo de espera porque dios no quiso, pero cuánto vale una vida??? La vida no tiene precio y una maldita crisis no puede tener más valor que la vida de un ser humano. Hubo que mover hilos y cagarse en más de uno (qué fina soy), pero lo hicimos, la causa merecía la pena, es más, la causa lo merecía todo. Es injusto. En salud no se puede recortar señores. Todo salió perfecto gracias a dios y su recuperación fue asombrosa (en eso he salido a él, somos los dos muy fuertes, de no quejarnos nada de nada, de recuperarnos rápido, debe ser nuestro carácter o la raza que llevamos dentro, está visto que la altura y la fuerza no van parejas, el cuerpo no vale para nada).
Ayer tarde al final no me arreglé los pies, me puse a hacer una tarta de galletas con natillas y chocolate, la típica, la de toda la vida (tampoco tengo mucho repertorio de tartas, pero ahora con Ella de "La bella vita" y Ana de "Hadas en la cocina" la cosa va a cambiar, voy a aprender, ambas están en mi lista de blogs) para que cuando viniese mi padre por la tarde nos la zampásemos recordando que un año antes estaba ingresando y hoy (bueno ayer) está sano y con el alta dada desde hace meses, se me pasó decirlo por aquí, pero tiene el alta. Ole por mi padre. Además esta tarde cuando venga nos tomaremos un "cacharrito" a su salud, no bebo casi nada de alcohol, pero hoy lo voy a hacer por él.
Hoy hemos comida pizza, que bien saben los que me conocen que no me hace falta, pero al marío y a mí nos apetecía comida basura, guarreteo culinario, y me he pasado por el TelePizza y he aprovechado la oferta que tienen los domingos de 3X1. Curiosamente hace un año me estaba comiendo un trozo de pizza que compré en la panadería de al lado de casa a las siete de la tarde mientras lloraba amargamente, la operación había salido perfecta, pero ver a mi padre en la UCI me derrumbó moralmente, jamás una comida me resultó tan intragable y tan amarga, pero el paso por la UCI era de obligado protocolo durante al menos 24 horas. Hoy me he acordado de ese hecho, así que ni que decir tiene que la pizza de hoy me ha sabido a gloria bendita, la he disfrutado como una enana, soy así. Y para que veáis como nos hemos puesto os lo muestro:
Pero cuánto vale una vida os pregunto de nuevo? 50.000 pesetas? 60.000 pesetas? 200.000 pesetas? Una vida no tiene precio, es impagable. Anoche me indigné una vez más al ver en El Gran Debate el tema de los niños robados. Me indignó esa monja zorra que tanto mal ha hecho, creo de verdad que jamás la perdonará dios, su cara es la del demonio, creo que los cuernos y el rabo los lleva tapados por el hábito, yo no me identifico con esa parte de la iglesia católica para nada, me niego, ese médico amoral, esas enfermeras y demás hijos de puta que entraban en el juego y que jugaban a ser dios destrozando la vida de cientos de personas, de cientos de madres. Vuelvo a repetir que no creo que tengan perdón ni en mil vidas que vuelvan a vivir.
Pero me indignó el discurso de una tal Mercedes Coloma portavoz del Foro de la Familia, que defendía lo indefendible, creo sinceramente que iba a lucir melena prototípica de pija de alta cuna, pendientazos (muy bonitos por cierto), anillacos y modelito (muy bonito también) y que evidentemente estaba más preocupada de sus pelos que de otra cosa ante tres mujeres afectadas, en concreto el caso de la última me sobrecogió, pues tuvo una niña preciosa, sana y hermosa a la que se la quitaron de sus brazos con una sarta de mentiras y jamás la volvió a ver ni viva ni muerta. A mi esa monja zorra me hace semejante cosa y os aseguro que por mi parte llevaría años sin ataques de ansiedad, eso lo tengo claro, ahora tiene ansiedad, se ha visto poca vergüenza?
A ver Merceditas, yo también defiendo la vida por encima de todo, desde el principio hasta el fin, como tú, ese era tu lema anoche, como mujer jamás me perdonaría interrumpir un embarazo de forma voluntaria, jamás lo haría, cada cual que haga de su capa un sayo, no entra en mi forma de ver la vida, ni en mi educación, ni en mi forma de sentir, ni de actuar ni de nada semejante cosa, pese a lo izquierdosilla que soy (da la casualidad que para los de izquierda no soy lo suficiente y para los de derecha soy lo bastante, cuando sea ministra creo que seré independiente, será lo mejor), lo republicanilla y todas esas cosas, yo también soy católica, como la gran mayoría lo soy a mi manera, creo en dios por encima de todo e intento inculcar a mi hijo unos valores cristianos, pero existen una serie de personas dentro de la iglesia católica que son la encarnación del mal y eso no tiene defensa y deben ser expulsados inmediatamente y sin contemplación. A veces me avergüenzo de ser católica por todo el mal que determinadas ovejas descarriadas han hecho al conjunto.
Mi suegra es cristiana pero no católica, practica otra "religión" y de forma muy extremista además, donde los católicos somos lo peor y jamás obtendremos el perdón de dios. Muchas veces me ha reprochado la actuación de esta monja y la de otras tantas monjas iguales de perversas, y es cierto, qué defensa hay, no tienen defensa, me tengo que callar, yo no me identifico con esta parte de la iglesia católica, aunque es cierto que afortunadamente no todos somos iguales, no puedo defender lo indefendible querida Mercedes.
Bueno chicas hasta aquí mi discurso-rollo, pero lo tenía que decir. Bienvenida a Marta Romea, ya somos 149. Y gracias Opiniones Incorrectas por tu premio y por acordarte de mí, lo recojo encantada y se lo paso a Elena de http://tirsalago.blogspot.com.es/
Besos.
Inma